SECCIÓN DE MATRIMONIOS

Esposos, ¿quién de los dos es más culpable?
Por Daniel Nelson

Por lo general, cuando tengo un conflicto con alguien, mi primera reacción es empezar a analizar lo que la otra persona ha hecho mal. Es una reacción casi de instinto. Esto me recuerda un chiste de una pareja que se casaron y se fueron de luna de miel. Al regresar de la luna de miel el esposo empezó a conversar con su esposa. “Mi amor, ya que hemos estado casados unos cuantos días,” explicó el esposo, “he observado algunas cosas que podrías hacer para mejorar.” “Más bien,” siguió, “Te hice una lista para que puedas trabajar en ellas.”¿Sabes que? le contestó su esposa, no me interesa tu lista.
Yo conozco mis fallas mucho mejor que tú, más bien, si no las tuviera hubiera podido encontrar un esposo mucho mejor que tú.”En vez de buscar las fallas en la otra persona, deberíamos buscar resolver nuestras propias fallas. “Cada cual examine su propia conducta” es la instrucción que recibimos en estos versículos. ¿Cual fue la última vez que te tomaste el tiempo para analizar seriamente tu propia conducta? Yo sé que no es fácil, pero es un ejercicio que realmente vale la pena.

Quiero invitarte a hacer un análisis hoy de alguna relación que tengas. Quizás puedes analizar tu relación con tu pareja si eres casado. O puedes escoger otra relación que tengas, ya sea en el trabajo, una amistad, o una relación familiar.
Analiza tu conducta con respeto a esa relación. ¿Qué has hecho para mostrar amor o aprecio? ¿Qué has contribuido para fortalecer esa relación en las últimas semanas?En cada relación que tienes, tu responsabilidad principal es la conducta que tú aportas a esa relación. En lugar de analizar las fallas del otro, mejor carga con tu responsabilidad.